Un curioso lugar e importante espacio natural existente desde la época romana y que sirve de refugio para gran variedad de aves migratorias.
Abahana Villas - Grupo de flamencos en las Salinas de Calpe.
Pasear y ver las distintas especies como los flamencos con su característico color rosáceo será un placer.
Se trata de una laguna en el municipio de Calpe, formada por la actividad de una antigua explotación salinera que se realizó probablemente en época romana.
Carcano al Parque Natural del Peñón de Ifach, se trata de un enclave singular con valores culturales además de naturales ya que constituyen un paraje natural que acoge, en varias épocas del año, un gran número de aves migratorias registrándose hasta 173 especies de aves de las que destaca la población de Flamenco Común por su característico colorido.
Su ambiente húmedo se da en parte a la gran cercanía y posición del Peñón de Ifach. Dicho ambiente ha formado una preciosa laguna de origen tombólico, la cual fue producida debido al desarrollo de una doble restinga, en las que fue encontrada, mediante excavaciones, las balsas de la factoría pesquera, el yacimiento romano conocido como Baños de La Reina.
Existe un paseo que recorre este humedal, a lo largo de las avenidas de Ejércitos Españoles siguiendo por Juan Carlos I, mediante el cual poder disfrutar de bonitas vistas de este espacio natural, de su fauna y flora características del lugar.
| Tipo | RUTA / NATURALEZA |
Viñedos que crecen sin riego artificial, en suelos arenosos o calcáreos que generan vinos vibrantes. La humedad de la noche y las brisas del día protegen sus cepas en equilibrio. Una viticultura orgánica rodeada de almendros y olivos, un ecosistema vivo.
Tres castillos imprescindibles en la Costa Blanca La Costa Blanca no solo es sinónimo de playas y calas idílicas; también guarda entre sus colinas y ciudades una historia fascinante. Tres castillos destacan como joyas arquitectónicas y culturales: el Castillo de Santa Bárbara en Alicante, la Atalaya de Villena y el Castillo de Dénia. Cada uno pertenece a una ruta diferente y narra un capítulo único del pasado de la región.
Agost es mucho más que un pueblo de la Costa Blanca; es un rincón donde el arte y la tradición cobran vida. En sus calles, el sonido del torno alfarero y el olor del barro cocido cuentan historias de generaciones dedicadas a transformar la tierra en auténticas joyas artesanales. Aquí, el visitante no solo observa, sino que se sumerge en una experiencia única: desde admirar piezas de diseño contemporáneo hasta vivir la emoción de crear su propia obra en talleres guiados por maestros alfareros. Agost te invita a soñar, a conectar con lo esencial y a llevarte a casa un pedazo de su alma.
